Seguro que has oído hablar de la famosa Matriz de Boston Consulting Group —o Matriz BCG para los amigos—. Puede que te suene a herramienta vintage de consultoría de los años 70… y no te falta razón. Pero lo cierto es que, bien usada, sigue siendo súper útil para entender cómo están tus productos o unidades de negocio, y sobre todo, qué decisiones tomar con cada uno.
Vamos al lío.
¿Qué es la Matriz BCG?
Es una matriz 2×2, muy visual y muy efectiva. Sirve para clasificar productos, servicios o unidades de negocio según dos ejes:
- Crecimiento del mercado (alto o bajo)
- Cuota de mercado relativa (alta o baja)
El resultado son cuatro cuadrantes con nombres que, una vez los entiendes, no se te olvidan:

Producto Estrella
Este producto, como bien indica su nombre, sería la estrella actual de nuestro negocio (o una de las estrellas, podemos tener varias). Su tasa de crecimiento está al alza (está cada vez más demandado) y además nosotros tenemos una cuota de mercado (ventas) muy alta.
Es obligatorio que sigamos potenciando este producto hasta que se transforme en un producto de tipo vaca (más abajo lo vemos). En caso de que no lo consigamos, acabará convirtiéndose en un producto de tipo perro.
Ejemplo real: iPhone 15 Pro Max. El mercado premium de móviles no para de moverse, y Apple sigue en la cima.
Producto Vaca
Los productos vaca poseen una tasa de crecimiento baja en el mercado mientras que nosotros tenemos una cuota alta de ventas del mismo. Esto se traduce en que ya es un producto maduro y asentado, y no necesita una gran inversión de forma continua.
Este producto suele ser la base económica de nuestro negocio. Se le llama vaca porque se pretende ordeñarlo, aprovechar que tenemos una cuota de venta alta y no hay que reinventar nada porque es un producto ya asentado.
Los beneficios de este producto deberían invertirse en nuevos productos estrella, a fin de que, con el tiempo, los mismos acaben convirtiéndose en vaca.
Ejemplo: Coca-Cola Clásica. Pocas sorpresas, pero ingresos muy sólidos.
Producto Interrogante
Es un producto que tiene una tasa de crecimiento alta (genera cada vez más interés) pero del cual aún no tenemos una cuota de mercado importante. En este caso, deberíamos procurar que nuestra cuota aumente para convertirlo en un tipo de producto estrella. Si no, nos arriesgamos a que se convierta en un producto de poca o nula relevancia para nuestro negocio (de tipo perro).
Los productos con tasa de crecimiento alta suelen exigir bastante inversión en tiempo y dinero. Es importante vigilarlos porque tener una cuota de mercado baja puede ser muy perjudicial.
Ejemplo: Marcas nuevas (chinas, sobretodo) de coches eléctricos. El mercado va a toda pastilla, pero no todas las marcas sobrevivirán.
Producto Perro
El producto perro tiene una escasa tasa de crecimiento y nuestra cuota de mercado es baja. Eso puede significar que el producto no suele ser rentable y nos genera una serie de costes que no suelen merecer la pena.
Aunque también es cierto que hay productos perro que nos generan beneficios a largo plazo, ya sean económicos o de imagen, o simplemente ayudan al negocio generando sinergias con otros productos de la empresa.
Ejemplo: Reproductores de DVD. Con el streaming, ya no tienen mucho sentido en la mayoría de hogares.
¿Y qué hago con esta información?
Buena pregunta. Esta matriz no es solo para clasificar, es para tomar decisiones:
- Estrellas → Invierte, potencia, hazlas crecer. Aquí hay futuro.
- Vacas Lecheras → Mantén, exprime los beneficios, pero no te duermas.
- Interrogantes → Analiza bien. Algunas merecen inversión, otras no.
- Perros → Si no aportan nada, es hora de decir adiós.
Consejos para sacarle partido (de verdad)
Vale, ya tenemos nuestros productos clasificados en su cuadrante… ¿y ahora qué? Aquí es donde empieza lo interesante. La Matriz BCG no sirve solo para poner etiquetas, sino para ayudarnos a tomar mejores decisiones estratégicas. Aquí tienes algunas ideas prácticas para llevarla al siguiente nivel:
1. Revisa tu matriz de forma periódica
El mercado no es estático y tu negocio tampoco. Lo que hoy es una Estrella, mañana puede convertirse en una Vaca Lechera… o incluso en un Perro si te despistas.
Recomendación:
Haz una revisión cada trimestre o cada seis meses. Cambios en el mercado, en tus competidores o en tu propia estrategia pueden mover piezas.
2. No analices productos de forma aislada: busca sinergias
A veces un producto con baja rentabilidad aporta valor de forma indirecta: trae tráfico, fideliza clientes, o es parte clave de un bundle o una suscripción.
Ejemplo:
Amazon Prime Video puede parecer un «Perro» si se analiza solo por rentabilidad directa. Pero mejora la percepción de valor del servicio Prime y ayuda a fidelizar a millones de clientes.
3. Complementa con datos financieros
La matriz BCG se centra en crecimiento y cuota de mercado, pero no tiene en cuenta el margen de beneficio, los costes de adquisición, ni la rentabilidad real.
Consejo:
Cruza los cuadrantes con KPIs financieros: margen bruto, CAC, LTV, ROI… Así verás si tu Vaca Lechera realmente está dando leche o solo come heno.
4. Usa la matriz para alinear a tu equipo
La Matriz BCG puede ser una herramienta de comunicación interna poderosa. Ayuda a que marketing, producto, ventas y dirección entiendan qué producto hay que empujar, cuál mantener y cuáles dejar ir.
Sugerencia:
Haz un taller con tu equipo. Poned los productos en la matriz juntos. No solo sacas ideas valiosas, sino que alineas visiones y estrategias.
5. No descartes los “Perros” sin mirar bien
Sí, en teoría los Perros son carne de desinversión. Pero a veces esconden oportunidades:
- ¿Y si rediseñas la propuesta de valor?
- ¿Y si haces un nicho específico y rentable?
- ¿Y si sirve como puerta de entrada a algo más grande?
Ejemplo real:
LEGO recuperó líneas clásicas que parecían «muertas» (como LEGO Pirates) gracias al feedback de la comunidad y la nostalgia. Resultado: productos de nicho con alto margen.
6. Usa la matriz para priorizar tus recursos
Tiempo, presupuesto, atención… todo es limitado. Esta herramienta te da una forma clara de decidir dónde enfocar tu energía y cuándo parar.
Regla útil:
Invierte el grueso de tu presupuesto en Estrellas y en Interrogantes con potencial. Usa las Vacas Lecheras para financiar. Y no tengas miedo de soltar lo que no aporta.
7. Adáptala a tu modelo de negocio
La lógica BCG se puede aplicar más allá de productos: servicios, clientes, canales de venta, líneas de contenido, incluso empleados.
¿Un ejemplo?
Si tienes un canal de YouTube o una newsletter, puedes clasificar tus contenidos según su crecimiento (visibilidad, suscripciones) y su impacto (ventas, engagement). Te ayuda a decidir qué tipo de contenidos potenciar.
¿Sigue siendo útil en 2025?
Sí, y mucho. Aunque hay herramientas más modernas (como el Análisis RICE, Growth Share Matrix 2.0, etc.), la Matriz BCG sigue siendo una forma rápida y visual de ver tu portafolio de productos, priorizar esfuerzos y enfocar la estrategia.
¿Lo mejor? Que funciona igual para un autónomo, una startup o una multinacional.
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