¿Cómo se llega a ser desarrolladora web?

Soy Carol, de 29 años, traductora, monitora, profesora, entrenadora… y desarrolladora. Llegar a ser desarrolladora web es una meta a la cual se llega por muchos caminos diferentes.

Supongo que, como para todo, llegar a ser desarrolladora web es una meta a la cual se llega por muchos caminos diferentes. Están los caminos más convencionales, como la ingeniería o el grado superior, y otros menos convencionales, como bootcamps o incluso autoformación.

En mi caso, podríamos decir que he llegado por uno de los caminos más convencionales: el Grado Superior. Pero, ¿Quién soy yo y cómo he llegado a estar escribiendo esto? Soy Carol, de 29 años, traductora, monitora, profesora, entrenadora… y desarrolladora. Qué de profesiones, ¿verdad?

El camino para ser desarrolladora web

Después de hacer una carrera de traducción y un máster de francés (porque siempre dicen que los idiomas te abren muchas puertas), me encontré con que, realmente, las únicas puertas que tenía abiertas eran la traducción y la enseñanza.

A mí me gustaba socializar, trabajar en equipo, y no me entusiasmaba especialmente la educación formal en el aula, así que decidí salirme del ámbito que en principio había elegido y, tras terminar el máster, decidí empezar un grado superior de educación y animación sociodeportiva (antiguo TAFAD). Cuando me encontré ante las posibles salidas de este grado, me di cuenta de que ser profesora de zumba no era algo que me entusiasmara especialmente, pero yo sentía que ya empezaba a tener una edad, y necesitaba encontrar un poco de estabilidad en mi vida.

Después de mucho pensar y hablar con mis amigos y familiares, llegué a la conclusión de que teniendo unos padres informáticos (programadora y sysadmin), dándoseme bien las matemáticas y la lógica, y teniendo afinidad con los ordenadores, probablemente podría tener un buen futuro como desarrolladora. Así fue como empecé a mirar cosas de programación por mi cuenta, empezando un poquito con HTML, CSS y JS, mientras esperaba a que llegara el comienzo del curso. Durante los meses previos, fui descubriendo que se me daba bastante bien programar, y que no solo me gustaba, sino que me divertía.

Con esa certeza, tenía que decidir si meterme a la ingeniería o al grado superior, pero valorando la inversión de tiempo y dinero, además de la opinión de varios artículos, decidí que la ingeniería era muy larga, muy cara, y yo necesitaba estabilidad cuanto antes. Así pues, en septiembre del 2022 entré en el Grado Superior y lo he estado cursando hasta hace unos meses. Ciertamente, el grado no es un paseo de rosas, pese a que he tenido la suerte de que se me daba bien y me gustaba la programación, pero con trabajo y práctica se puede sacar.

Prácticas de una desarrolladora web: Una odisea con final feliz

Tras terminar las asignaturas de segundo año en marzo, hay que hacer las prácticas y el proyecto final para entregarlo en junio. El tema de las prácticas ha sido una preocupación constante entre todos los compañeros durante el segundo año, ya que dependiendo de la empresa donde acabes, tu futuro puede cambiar mucho: 

  • La empresa más temida era la empresa pasota: durante las prácticas no te hacen caso, no te enseñan nada, no te piden nada, y cuando terminas no quieren saber nada de ti. 
  • En segundo lugar de “sitios en los que no quieres terminar” estaba la empresa explotadora: no te enseñan casi nada, solo te hacen caso para darte trabajo, y pretenden que les saques las castañas del fuego y hagas horas extra.
  • El último puesto del pódium estaba ocupado por “las cárnicas”: empresas bastante explotadoras, con una alta rotación, en las que por lo menos sabes que al terminar te van a contratar, vas a pasar un año con angustia y cuando tengas experiencia, te irás en busca de ambientes mejores.
  • Por otro lado, estaba la empresa estrella, el unicornio; nadie sabe si existe, pero todo el mundo la quiere: la empresa que se molesta en formarte, no te explota, te da oportunidades y tiene opción de contratación.

Que no te contraten en las prácticas puede parecer que no es muy grave, ya que en este momento hay mucha demanda de nuestra profesión, pero en realidad incluso las ofertas de junior piden al menos un año de experiencia, por lo que acabar las prácticas sin contrato es igual a incertidumbre y búsqueda desesperada de trabajo para, probablemente, acabar en una cárnica o en una empresa donde gente con más experiencia no quiera estar. Obviamente no todo es oscuro, hay algunas buenas empresas que están dispuestas a ofrecer puestos a juniors sin experiencia si demuestran buena predisposición y actitud positiva, pero son más difíciles de encontrar.

Como os podréis imaginar tras todos estos párrafos, yo he tenido la suerte de haber sido contratada después de mis prácticas aquí, en Secture. ¿Que qué tipo de empresa ha sido Secture durante las prácticas? Sé que va a sonar a peloteo, pero realmente han sido una empresa estrella. Desde que entramos en marzo nos pusieron bajo supervisión de tres de los senior más senior de la empresa, que nos diseñaron un proyecto para quienes estábamos de prácticas, sin responsabilidades y sin explotación.

Estaban pendientes de resolver todas nuestras dudas en cualquier momento y nos hacían un seguimiento diario del progreso y los problemas. Además, nos han dado la oportunidad de asistir a eventos como parte de la empresa (dar un vistazo a sus redes, igual me veis por ahí) y nos han acogido calurosamente, haciéndonos sentir como si llevásemos años en el equipo.

Durante las prácticas, cada dos semanas teníamos que ir al instituto a una revisión obligatoria y a entregar las fichas diarias de lo que hacíamos en las prácticas. Todos mis compañeros de clase se quejaban mucho de sus empresas y de que, o no les hacían caso, o les explotaban. Llegado cierto punto, hasta me daba un poco de vergüenza hablar de cómo me iba a mí, puesto que me sentía a gusto y aprendiendo, pero parecía que era la única.

Para mí, haber podido hacer unas prácticas formativas en las que te forman de verdad ha sido una suerte, y creo que debería ser así para más gente. Por desgracia, no todas las empresas piensan igual, por eso es importante pasar suficiente tiempo revisando el currículum y leyendo información sobre diferentes empresas en el área, para poder encontrar una que cuadre contigo y tenga una política de prácticas realmente formativas. Como primera experiencia en el mundo laboral del desarrollo web, creo que ha sido bastante completa y real, y me ha dado una idea de lo que puedo esperar al empezar a trabajar.

Desarrolladora web

En resumen, es un camino como cualquier otro: empieza con una decisión de aprender algo nuevo, se alimenta de pequeñas decisiones dependiendo de las circunstancias de cada persona, y con trabajo y buena disposición, una puede llegar a ser desarrolladora.

Junior Dev

Picture of Carol Negrillo

Carol Negrillo

Desarrolladora Junior. Aprendiendo y explorando nuevos retos.
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Carol Negrillo

Desarrolladora Junior. Aprendiendo y explorando nuevos retos.

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